Alba Calpurnia Gil Blanco vive en A Valenzá, y en torno a sus historias, leyendas contadas y documentadas en Barbadás, Ourense, Toén…

• Comenzamos por desgranarlas: su padre escogió Calpurnia para que fuera su segundo nombre por la primera ciudadana que se conoce de origen galaico con nombre romano. El nombre de “Calpurnia Abana Aevoso”  quedó como muestra de la ofrenda que esa mujer hizo a las ninfas de las aguas termales de Ourense, se supone que en trueques de sanación. Esa ofrenda es una “ara”  encontrada con el nombre de la mujer cerca de las Burgas.

• Su padre, Antón Gil Seijo, vive ahora en el ayuntamiento de Toén, donde sigue su afición a temas históricos y donde encontró  los petroglifos de la Portela de Lameiras.  Además es  cofundador de la Asociación Amigos del Patrimonio de Toén que, con vecinos y colectivos culturales de Barbadás,  promueve la publicación “Terras de Louredo” que saldrá a la luz en breve, esperemos. Alba tiene el encargo de ilustrar las leyendas de este territorio histórico para la publicación.

• Su segundo nombre, Calpurnia, es el que utiliza como identidad “artística” desde que estudió Bellas Artes en Pontevedra. Remató estudios universitarios con un proyecto de fotografías de literatos, en el Pazo de la Cultura de Pontevedra, y desde allí marchó a Australia.
  “Fui para hacer el  posgrado de Diseño de Marketing y mejorar el inglés. Volví a la Valenzá pensando ya en marchar de nuevo, pero me pilló la pandemia y reorganicé prioridades”, explica.

Quiere traballar en Kalandraka

• Ahora estudia en la Escuela de Arte y Diseño “Antón Faílde” (esa que lleva el  nombre del escultor de Godexás, “barrio” de San Lourenzo de Piñor), pues le pareció que era la mejor manera de juntar todo lo que más le gusta: el mundo editorial con plástica y arte.

• Ya ilustró algún texto, editó carteles  entre otros encargos, y dice tener pocas “esperanzas laborales” en el campo editorial , así que piensa en tener trabajo de empresas que precisen cartelería o todo aquello que le permita mezclar ilustración y diseño.
  “Me encantaría trabajar en la editorial pontevedresa Kalandraka   por lo menos para hacer las prácticas, porque lo que hacen no son libros de lectura, sino libros con un estilo propio, muy suyo”, detalla.

• Y mientras ese momento va llegando, ilustra, teniendo como fondo películas como “Little miss Sunshine”  que ya vio 20 veces y le facilita inspiración, a lo que también ayuda la tendencia reposada heredada de su madre, según cuenta Alba.

• Alguna de sus obras puede verse en las    redes sociales: “Hace un año comencé a crear alrededor de las deformaciones del cuerpo, y me hice fotos a mí misma estirándome la piel para editarlas después” , relata con una de esas láminas azules en la mano.
  “Ahora estoy con un juego de cartas basado en el “juego de la escoba” con baraja propia,  en la que no haya que descartar cartas como ocurre en la baraja clásica de Fournier.“

Inspiración para Calpurnia

• Entre sus referencias inspiradoras está la película de animación como  “O segredo do libro de Kells” , los trabajos del ilustrador coruñés Alberto Vázquez como “Psiconautas, los niños olvidados” y “Sangue de Unicornio” 

De la acuarela a lo digital

• Alba asegura que nunca dejó de dibujar, tras comenzar a hacerlo en el colegio, “a pesar de que las clases se me daban mal y aunque ahora  he mejorado, no tengo una evolución siempre a mejor, me estanco, a veces”, confiesa.
  “Antes trabajaba muchísimo con acuarela”, resalta, pero ahora prefiere hacer bosquejos en un cuaderno y luego los digitaliza para finalizar el trabajo.

• En este campo, también tiene como referentes a compañeir@s ilustradores como la ourensana  Ángela Álvarez Paula  y otros gallegos.

• Entre sus “sueños laborales” también está la editorial “Astrágalo Studio” y, su utopía personal,  es “vivir con mis dos gatos y con mi chico en un bosque, en un mundo sin guerra nuclear ni cambio climático”.

• Que tus sueños se cumplan, Alba Calpurnia.