12/12/2021
El escultor Acisclo Manzano aprendió a tallar madera en el Hospital de Piñor
Sociedade en Barbadás
- El artista polifacético Acisclo Manzano nació, como sus tres hermanos, en Ourense, ciudad a la que marchó su madre después de casar. En 1952, cuando tenía 12 años, le fue diagnosticada una infección que finalmente no padeció pero que lo llevó al Hospital Antituberculoso de Piñor, tal como era conocido.
- “En aquellos seis meses que pasé en el hospital aprendí a hacer porta-retratos con las cajas de puros y utilizando las navajas de afeitar para tallar aquella madera”, recuerda.
Y sigue tallando madera, a punto de cumplir 81 años.
- “Tengo por costumbre celebrar cada década de mi vida con una exposición y la de los 80 no pudo ser por la pandemia pero ahora tengo que vivir por lo menos hasta los 90 para celebrarla en ese momento”, explica. Su idea es que sea de piezas de madera porque es un material que lleva años sin trabajar y quiere volver a sus orígenes.
- Cuando tenga la muestra lista, le gustaría que fuera de las de “tocar y llevar” (regalar la cada visitante a obra que le gusta) como agradecimiento a la escultura, arte a la que lleva dedicado toda su vida, en diferentes materiales. “Y las ganancias económicas siempre fueron para poder seguir haciendo este trabajo”, agrega.
- Trabaja ya en esa exposición porque quiere dejar en madera el legado por lo que quiere ser recordado. “Igual ya la tengo hecha pero no sé si será esa la que me represente, la que resuma todo mi trabajo, pero no estoy preocupado porque tengo por delante 9 años para hacerla o dar con ella”, relata con una sonrisa.
El “cirujano de la madera”, según Otero Pedrayo
- Para hablar de su obra, Acisclo hace referencia a lo que otros dijeron de ella, como el artista vasco Jorge Oteiza que se refirió a ella como “obra que hace viajar porque toda ella eres geografía”.
- También recuerda conversaciones con Vicente Risco, en la que el intelectual hablaba del arte. “Dentro de un árbol existe un espíritu llamado comadriada que baila y se mueve en ella, y acaso yo liberaba ese espíritu” detalla.
Sobre esto mismo, “don Ramón” (Ramón Otero Pedrayo) decía de Acisclo que es “cirujano de la madera”.
- En la experimentación artística de Acisclo hay talla de madera, obras de hierro cortén (en el que trabaja ahora para un proyecto que no puede desvelar), obras de porcelana y otro de sus proyectos pendientes de final, dibujos …
- En 2008 entró en la Real Academia de Bellas Artes de Galicia con un discurso alrededor de su amigo y artista Xaime Quessada con el que formaba parte del grupo “El Volter”. En su larga e inacabada trayectoria artística, fue parte del grupo de “Siete artistas gallegos” .
- “Yo era el más joven de todos ellos, y hoy son el mayor porque muchos ya no están”, relata durante la visita a Piñor y los lugares de su infancia.
Su madre era de Piñor
- Acisclo tiene en San Lourenzo de Piñor no solo sus inicios como tallista, sino parte de su historia familiar: su madre vivió en Piñor hasta que se casó, y allí está enterrada en un panteón familiar en el que Acisclo añadió una cruz obra suya.
- “Yo mismo tengo allí mi lugar de descanso” añade, y recuerda que en varias épocas, fue cada domingo a llevar flores a la sepultura materna.
- Su padre tenía sus antepasados en Euskadi y está enterrado en el cementerio Histórico de San Francisco (Ourense).
- “Mi madre venía continuamente a Piñor, porque la familia tenía propiedades y ella recogía patatas y harina, y para bajarlas a Ourense tenía que pasar por un fielato en el que le pedían cuentas y ella decía que iba a pasear el niño en su cochecito de capota, así que, de recién nacido, yo daba ese paseo acostado en un colchón que tenía comida debajo”, relata divertido segundo lo que le contaba su madre.
- Su familia es grande y dispersa y en este momento, solo sabe de unas primas de apellido Solves, que viven en el barrio del Puente. Pero también está emparentado con los que llevan los apellidos Lloves, Faílde y Escalera.
- “Mis recuerdos de infancia están también en el Campo de Roma, porque venía a las casas de los tíos David y Bautista, y en la casa de mi madre, la que tiene un escudo antes de llegar hasta el Pazo de Piñor, y de allí me contaban la leyenda de que había un tesoro escondido y que levantaron por partes aquella casa y no dieron con él, pero una persona que la compró después lo debió encontrar porque vivía en Ourense a todo tren”... y más risas de Acisclo.
- Su tío Bautista marchó para Vigo y Acisclo siempre tuvo contacto con él y con su mujer, la tía Dolores de la que recuerda que siempre “tenía caldo en la casa, aunque ya no vivía en el rural”.
- La vida de Acisclo se volcó en Ourense y en San Cristovo de Cea, donde tiene su vivienda en una de las aldeas. Los trabajos lo llevan a muchos y diferentes lugares de la geografía gallega y más allá pero en Barbadás apenas tiene obra: una cruz en la sepultura de su madre y murales en una vivienda particular en la subida hacia Piñor.
- Y sigue trabajando… sus proyectos actuales tendrán su espacio en diferentes lugares de la provincia de Ourense, cerca de Santiago de Compostela… y no puede contar más. Podréis manteneros al día se lo seguís en las redes sociales, tanto en Facebook como en Instagram.
- Y parte de su obra podéis descubrirla en las calles de Ourense, en las que comparte espacio con otros autores por un proyecto que hace años puso el arte fuera de galerías y museos y allí sigue.