15/07/2021

Hace 76 años de la riada en Pontón  

Sociedade en Barbadás

Maria e Ricardo de Barbadás
  • El 15 de julio de 1945 era domingo y el periódico La Región dedicó parte de la página 4 y la última a una “enorme tromba de agua” que había afectado a las orillas del río Barbadás/Barbaña desde las 23,30 del día 14 hasta un par de horas más tarde.
  • En ese mismo día “Italia declara lana guerra a Japón”, en el contexto de la Segunda Guerra Mundial, se produce un muerto en la provincia arrollado por un tren, se celebra Santa Marina en la aldea de Piñeira de Arcos y se abre la fase inicial del juicio  contra Pétain, que finalizará con una sentencia de condena a muerte y conmutación de esta pena por otra de prisión.

 

  • Las personas que vivían en los ayuntamientos de Taboadela, Cartelle, Celanova, Barbadás, Ourense…vivieron una realidad trágica, afectadas por la tormenta: daños incalculables en todos ellos pero en los dos últimos se perdieron vidas humanas río abajo… algunos recuerdan la cifra de 25, entre vecinos de Pontón (Barbadás) y de los barrios ourensanos situados entre El Polvorín y el Couto. En el periódico se recogen datos de 6 personas desaparecidas en los sucesivos y diarios artículos que dedicó a lo ocurrido, un día en la portada y el resto desparramados por la media docena de páginas que, podía tener la publicación, en aquel momento.

 

Testigos de aquella noche

  • En las aldeas de Muíños y Pontón se vivió aquella noche de hace 76 años en primera línea. Vecinos de las dos aldeas como Ricardo, María, Balbina u Olga la guardan en la memoria.

 

  • Ricardo Borrajo Rebollo nació en Muíños y de aquella noche, tenía 4 años y medio, recuerda que “se sintieron temblar las casas y mucho ruido”, y su padre lo cogió a cuestas para huir hacia casa de los tíos en Cimadevila por el camino que seguían habitualmente para ir la misa en la iglesia del San Xoán, en Barbadás.

 

  • “Solo quedaron en Muíños la que fue después mi suegra, Aurora, y la señora Paulina, que no se enteraron de nada”, detalló. Del día siguiente recuerda también el asombro de sus padres “porque después de la lluvia y la riada, la leña ardía muy bien como sí lo ocurrido fuera algo tipo volcán”.

 

  • En los siguientes días, Ricardo y su familia descubrieron que los molinos “del Rufino” y lo que estaba en el Pisco, de la familia “del Pepe, del bar” habían desaparecido, igual que el pequeño puente que permitía pasar el río en ese tramo.

 

  • En Muíños las casas están sobre peñas y se salvaron todas, mientras que en Pontón “cinco personas marcharon con el río y un vecino más se salvó porque pudo agarrarse la un saliente que aguantó la riada”, recordó.

 

  • Según le contaban, el río Inchafoles y el riachuelo de Pontón (que viene  de Loiro y Bentraces) se chutaron y hicieron tapón en la Boutureira y cuando desbordó el tapón, el agua llevó consigo piedras, árboles y lo que encontró.
Maria e Ricardo - Barbadás
Maria e Ricardo – Foto: Rosa Veiga

 

Lo peor en Pontón e Ourense

  • María Balvís Rodríguez vivía en vive en Pontón, tenía 10 años cuando ocurrió la mayor riada sufrida en la provincia de Ourense.

 

  • En su familia estaban despiertos porque después de una treboada “normal”  a abuela Nieves “veu pra dicirnos que marchaban as casas polo río”.

 

  • Pronto soupemos que marcharan ca auga Dolores, os seus 4 fillos e o veciño Andrés que tiña unha casa moi boa de dous pisos pero el estaba maliño e díxolle á súa muller que se salvara”.

 

  • Recuerda a Lucita “a rapaza do muíño que contou que en canto puxo o pé no camiño para fuxir, a ponte e o muíño desapareceran”.  En su  pueblo las augas se llevaron el molino de Ponte Soane “pero reconstruírono despois”, matiza.
casa Ponton
Casa de Pontón

La “terrorífica y trágica” noche  en la prensa

  • Por lo que respeta a la ciudad de Ourense, aguas abajo, el periódico La Región relató que las calles Colón y Libertad “quedaron inundadas” y los barrios del Polvorín, Camelias y el “barrio del Pan” (bajo a plaza de Abastos) sufrieron pérdidas humanas y “incalculables daños” por desaparición de viviendas, animales y tierra cultivada, igual que aguas arriba.

 

  • La mayor catástrofe se produjo en Pontón donde la avalancha de agua y materiales arrastrados adquirió proporciones aterradores y produjo el mayor número de víctimas.

 

  • En el recorrido de la avalancha de rocas y árboles, el río se ensanchó “considerablemente” al llegar la Villaescusa, y después en la Carballeira llegó a tener 100 metros, donde antes tenía apenas 2 metros. Desde el Polvorín (ya en Ourense) el puente no pudo contener ni dar salida al agua y allí “se desparramó asta los 150 metros de ancho”, según el relato periodístico.

 

  • Se llevó a “ antiquísima” Ponte Pelamios entera “pero la avenida rugiente y galopante en el pudo con él nuevo puente del Couto ni con el nuevo Puente Pedriña en el Miño”.

 

  • Los datos que aún recuerdan los vecinos de Pontón, constan completos en el periódico: en Pontón,  desaparecieron Dolores Santos Menor y sus hijos Digna, Rosa, Joaquín y Luciano. “Vimos al esposo y padre desventurado, Modesto Feijóo, enloquecido de dolor y espanto”. También murió Andrés Enríquez Docasar que vivía en la casa de dos pisos, en la que pudo salvarse su esposa.

 

  • “Familias de Pontón reducidas a total miseria”, por la pérdida de casas, campos de maíz, venías, huertas, estacas…”todo arrasado”, según el registro de daños que el periódico hizo en los primeros días posteriores a la riada.

 

  • En Villaescusa, la familia del molino tuvo tiempo justo para salir de él y ver derribarse las cuatro paredes de la que había sido su casa.

 

  • En la Carballeira “se escuchaban gritos de socorro” y en el Polvorín se inundaron las viviendas de 6 o 7 familias que pudieron salvarse a tiempo o salieron al tejado, donde esperaron ayuda. En el Pozo del Infierno (actual barrio de las Camelias) se salvó la familia de un teniente de la Guardia Civil “con el agua por lana cintura y momentos antes de que la casa si viniese abajo entera”.

 

  • El tramo del Barbaña entre el Polvorín y la prisión provincial fue el más “castigado” y en él desapareció Generosa Castro, de 80 años, y los daños materiales fueron desde averías en la panificadora “La Molinera”, importantes daños en la casa de baños “La Moderna” de Rosendo Varela, hasta la desaparición de tierras de cultivo, animales, una finca del Polvorín de varios propietarios que lo habían convertido en “zona de copas  con merendero y sombras”.

 

  • En las primeras reacciones para dar auxilio en esa noche de sábado, se encendieron hogueras y los coches se juntaron para enfocarlas sus luces cara el tramo del río más destructor, para el salvamento de personas, cuerpos y enseres.

 

En Pontón, comisión vecinal para ayudar

  • Un día después  de la catástrofe, fueron apareciendo aguas abajo en río Miño alguno de los cuerpos desaparecidos, una máquina de coser, trabes, vallas…

 

  • También se constató la aparición de “desaprensivos que aprovechándose de la desgracia ajena, se han apropiado de efectos y enseres de las casas destruidas por consecuencia del desbordamiento del río Barbaña”, y da un plazo de 24 horas para su devolución en los puestos de la Guardia Civil o en la alcaldía “del barrio correspondiente”.

 

  • El Gobernador Civil Antonio Martín Ballestero  recorrió los lugares afectados desde el miércoles siguiente, 18 de julio, acompañado por 2 periodistas. En el periódico detallan que en Pontón se organizó una comisión vecinal “que abrió una suscripción en favor de los afectados”, y el propio “Gobierno Civil” organizó la recepción de donaciones económicas durante las primeras semanas.

 

  • En el registro de donaciones, están desde la del “Caudillo” Francisco Franco, de 100.000 pesetas, la de Almacenes Alfredo Romero de 1000 pesetas, ayuntamiento de Vigo 5.000… y docenas más que se iban añadiendo a las de instituciones como Diputación, Diócesis y el propio Gobierno Civil.

 

  • El día 1 de agosto una gala especial en el Xesteira (cine/teatro) “en beneficio de los damnificados del Barbaña” con un programa que incluyó la película “ Cena a medianoche”, actuaciones de la Coral de Ruada y una del “ recitador de cuentos gallegos” Xuliño.

 

  • Ninguno de estos  relatos jornalísticos va acompañado de imágenes. El día 3 de agosto de 1945 publica la crónica “Por las tierras devastadas del Barbaña”  tras  la visita de un periodista (desconocido por el momento) que fue acompañado por una persona que debibujó lo que vio.

 

  • Después, el periódico recoge las donaciones hechas en el Gobierno Civil, durante los mismos días que dedica la portada y parte de sus páginas a la evolución del conflicto armado “mundial”: el 7 de agosto se lanza la primera bomba atómica contra Japón y se desata una epidemia de cólera en India, el 15 de agosto a declaración del fin de la Segunda Guerra Mundial etc.

 

Aniversarios da riada na prensa

  • En sucesivos aniversarios, La Región dedicó espacio a relatos alredor de la riada.

 

penedo dos Muiños
Penedo dos Muiños

 

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