Laura Iglesias Álvarez, de Loiro, y Karina Diéguez Aparicio, de la Valenzá, son parte de la directiva de la Asociación Agallas, que recoge perros y perras en la perrera de Xinzo de Limia para darles “papeles”, visibilidad y en una familia humana adoptiva.

• La asociación nació en 2019 con varios perros pendientes de acogida, entre ellos un llamado Agallas, que pasó a ser el nombre del colectivo y de su refugio canino en una finca del Cumial, en San Cibrao das Viñas.
  “Veíamos que los perros más mayores podían pasar años en la perrera sin que nadie los adoptara, así que los atendíamos aparte, en principio, en la residencia canina Aira Vella de Allariz, una de las fundadoras de Agallas”, recuerda Laura.
  “Nos ocupamos de los perros que son invisibles para la gente , como ocurre a veces con las personas de más edad, porque necesitan cuidados diferentes, o porque están enfermos,o  porque tienen ya edad de abuelos”, concreta Karina.

• Miembros de la asociación (normalmente Alberto),  visitan cada semana a perrera de Xinzo de Limia, con la que tienen convenio, fotografían los animales que entraron durante la semana y, al fin y al cabo de 10 días, publican en sus redes sociales los que tienen más necesidad y posibilidades de tener una familia adoptiva humana.

• Agallas se encarga de hacerle ficha veterinaria y seguimiento a todos en Quironvet y Abros.
  Hasta un máximo de 10 están en su refugio del Cumial, los que ya precisan residencia indefinida están en Allariz (en la residencia canina de Aira Vella), y para los que tienen petición de adopción se les hace el trámite completo.
  “Los profesionales y colectivos locales con los que trabajamos nos pusieron en contacto con otros que tienen las mismas inquietudes fuera de España y en el año 2021 las adopciones en Inglaterra, Alemania, Francia, Suiza y Bélgica fueron  75 en total ” detalla Karina. A esas se añaden otras 49 adopciones  en Galicia y 25 más en el resto de España.

Gracias a colaboraciones y donaciones

•   “En Europa, parece ser que hay la idea de que en España se abandonan muchos perros y perras, y hay mucha sensibilidad de ayudar para que no queden sin familias. De hecho, a la perrera de Xinzo, y suponemos que en las otras será igual, llegan aún perros perdidos sin chip identificativo;  otros abandonados recogidos por los agentes del Seprona,  y sobre todo, algunos maltratados”, añade Laura.

• El trabajo en Agallas “requiere atención constante” según coinciden Laura y Karina, que además de desarrollar sus trabajos, atender a la familia y cuidar de sus propios “peludos adoptados“, buscan colaboraciones, ponen en marcha unos mercadillos “con piezas de artesanía que hacen varias personas colaboradoras tanto en tela, calceta o impresora 3D”, señala Laura.
  “Todo esto sería imposible si muchas personas no hubieran colaborado”, reflexiona Karina.  Hay familias implicadas, donaciones anónimas, aportaciones de cómics, videojuegos, piezas de artesanía para su venta, y todo para poder sufragar los gastos de la atención médica que precisan varios de ellos, el transporte internacional, el mantenimiento del refugio del Cumial, el trámite de autorizaciones para los viajes de adopción fuera de España (de esto se encargan  en Garatuxa de Lugo, etc.

• Por ejemplo, algunos animales disparan el gasto veterinario pues, requieren tratamientos especiales o cirugía compleja, para lo que cuentan con Imavet, de Santiago de Compostela.

• Laura adoptó, entre otros perros y perras, a Ona,  después de que pasara 5 años en la perrera.
  “Nació en la perrera con sus hermanos y nunca había salido de ella. No sabía lo que era estar fuera de aquella instalación, así que, fue una adopción compleja. No se dejaba tocar ni acariciar pero defendía a sus hermanos y, después de pasar por nuestro refugio, y dándole tiempo, hizo banda a su alrededor. Sus hermanos también fueron adoptados en Asturias y Ourense y hoy,  le llamamos Santa Ona, porque acepta a cualquier animal a su lado”, relata Laura.

• Por  su parte, Karina adoptó hace  7 años a Hospi, a través de Proanimais de Verín. “Tenía leishmaniasis con afectación en toda su piel. Había estado de hospital en hospital y mucho tiempo en una clínica de acogida. Se adaptó enseguida a mi  familia y hoy tiene 12 años”.

• En la lista de “abuelos”, siempre dispuestos a ser adoptados, recuerdan la Clío. “Tuvimos que recogerlo varias veces porque huye del refugio para volver para Maceda”.

Socios y socias, donantes puntuales y voluntarias

• Karina destaca de la labor de la asociación que va  repartida entre las personas del equipo “que es pequeño pero muy trabajador”. Así, a mayores de las dos jóvenes de Barbadás, en la junta directiva están Alberto Rodríguez Plasencia, Alejandro Meno Fernández, Elena Gómez Pérez, Sheila González González, Montserrat Malvar Rodríguez  y María del Carmen Godoy Rodríguez.

• Un grupo de 34 socios y socias,  participan con una cuota anual de 20€ que pueden pagar de una vez o semestralmente. Hay donaciones puntuales “cuando surge la necesidad de una intervención quirúrgica urgente y vital, como ya ha ocurrido”, subraya Karina.

• Y la mayores  cuenta con un grupito de personas voluntarias que ayudan con los turnos en el refugio y, desde varios lugares de España, aportan “cachivaches” y complementos para vender en los  mercadillos. Ahora preveen instalarlo en Navidad. Buscan un lugar adecuado para hacerlo.

• Se quieres echar una mano de alguna manera, o incluso dando casa a uno de estos perros y perras, te ponen en contacto con la asociación. Tienen redes sociales (facebook, Instagram) y la plataforma  “teaming”  para recaudar fondos.