Siete pacientes del Hospital psiquiátrico de Piñor, en Barbadás, muestran su modo  de estar en el  mundo en diferentes soportes expuestos en el  café Ollo Ledo de Ourense, tras experimentar formas de expresión artística desde el mes de mayo, en el taller “Arte Espida”, parte de un proyecto global alrededor del  arte en el entorno  clínica.

• El taller está supervisado por la psicóloga e historiadora de arte, Marta García, con el apoyo del equipo psiquiátrico de este servicio sanitario público y siete de sus participantes, quienes aceptaron la propuesta de mostrar sus “trabajos singulares, de gran fuerza plástica y diversos, como el grupo de personas que los hizo”, detalla Marta.

• Ana E. Parro, “Deivid”, Rita Sory, Ana, Antía, Vero, Rosalinda y la propia Marta prepararon la exposición y colgaron su obra hace unos días.  Parte de ellos la inauguraron “por todo lo alto”, con lectura de textos y poemas alrededor de  su situación personal y de la del  colectivo de enfermos mentales.

• La apertura contó con la asistencia de gran número de personas a pesar de la ola  de calor de los primeros días de agosto. Estará en el Ollo Ledo hasta el  31 de agosto, en principio, pero podrían ampliarse los días para visitarla.

• El taller artístico en el que nació la exposición está en la primera planta del hospital psiquiátrico, en el espacio que antes era  recepción, y allí cada martes y jueves “cualquier persona que pase por algún servicio público de Salud Mental puede asistir y participar, como hacen en este momento varias personas que estuvieron en el área de agudos del hospital de Ourense y algunas residentes del psiquiátrico de Barbadás”, explica Marta.

• Entrada y salida del taller son libres y, de media, participan en él 6 o 7 personas, de forma continua o no, que encuentran en el espacio artístico variedad de materiales para la expresión artística como plásticos, objetos para reutilizar (madera, tela, prendas de ropa, azulejos, llaves…) y las herramientas necesarias, desde pinceles, hasta carboncillo, velas…

Mucho interés y emoción

• La muestra expuesta incluye obras seleccionadas por cada autor. Teniendo en cuenta el espacio que tenían para mostrarlas, pudieron escoger 3 o 4 por cada artista.

• Resultó un conjunto “muy diverso”, con obras sobre bandejas de bar, azulejos salvados de una reforma,  una camisa reutilizada para darle una segunda vida, formas de zapatero para unas sandalias… y las técnicas que podrán verse son con pinturas acrílicas, cerámica, elementos rotulados, carboncillo, cuerda…

• La primera sesión del taller tras la inauguración fue “muy emotiva” pues los artistas estaban aún “emocionados por la acogida”, por la afluencia de gente interesada y porque varios artistas locales que asistieron la apertura, hablaron con ellos y les transmitieron enhorabuenas, según relata la psicóloga.

• En el  mismo mes de agosto, “Arte Espida” comenzó a contar con otros artistas (que muestran su modo de  trabajar con pinceles, velas, carboncillo… y facilitan así un intercambio y contacto real de experiencias y proyectos artísticos.

• Tanto la exposición como el encuentro con otros artistas, según Marta, supone para todas las personas participantes “a entrada en el campo social y el reconocimiento, y así se hace frente a la estigmatización habitual que sufre este colectivo de personas con alguna dolencia mental”.

• El primero que acudió a la invitación del taller fue Chinosky que aportó su experiencia en los retratos, tema que no se había tratado antes en el espacio de “Arte Espida” y llevó a las personas participantes a pruebas, en una primera sesión, y a pintar su autorretrato, en la siguiente.

• La segunda invitada, Marita Carmona, que propuso el uso de candelas para ahumar los papeles de dibujo y utilizar así el humo como herramienta para dar color y textura poco habituales.

El proyecto global alrededor del Art Brut

• La  exposición  es la primera del proyecto de talleres y otras actividades denominado “Arte Espida. Proxecto Global” que tiene como objetivo ayudar a la normalización de la vida de los enfermos,  a desestigmatizar   su enfermedad y a desarrollar, de modo libre y no dirigido, formas  de expresión que no buscan ajustarse a estereotipos de belleza, ni a ideales o realidades concretas.

• El proyecto prevé también la posible creación de un museo para las obras históricas del psiquiátrico de su etapa inicial en Toén y las de los primeros años en Piñor. Marta relata que también se quiere contar con una sala temporal para exponer los resultados del actual taller.
  “En el mismo proyecto hay una parte clínica que supone un estudio del psicoanálisis en el arte a través de seminarios, y otra parte de catalogación de toda la obra recogida de los viejos talleres de Toén antes del traslado a Piñor hace diez años”, relata Marta.

• El espacio, que antes era recepción hospitalaria, se llena ahora de paletas, botes, lienzos, agujas e hilos, piezas metálicas, telas, lápices, rotuladores, acuarelas, pinceles, gomas de borrar… que pasarán por las manos de los artistas de Piñor.